Hay buenos guiones mal filmados, pero no hay buenas películas mal guionadas.
Te sabes de memoria la filmografía de A24, ya organizaste tu propio cineclub porque hasta en la Cineteca está todo muy comercial y ahora quieres hacer tu propia película. Tu siguiente paso camino a la Palme D’Or es escribir el guion, y para eso, no hay nada más que ponerse a escribir. Si la página en blanco te da terror, usa esta guía para ir arrancando con tu idea y desarrollarla hasta que tengas el guion de tu cortometraje, largometraje o la próxima serie de Netflix.
1. La Idea
Las ideas no se desperdician. Ya sea en una libreta, servilletas de cafetería o en el bloc de notas de tu teléfono pero apunta todas las que se te ocurran. Ya después ves cuál quieres desarrollar y cómo, pero no hay nada peor que tener un chispazo de genialidad y pensar que al rato te vas a acordar. No va a ser así, se va a ir para siempre.
Si todavía no tienes ninguna idea, entonces intenta con algún ejercicio de creatividad como:
- Mapas mentales. Toma una hoja de papel y arráncate, conecta lo que se te ocurra sin analizar mucho y ya después ves qué funciona.
- Escritura libre. Pon un temporizador de uno o dos minutos y escribe lo que se te venga a la mente, no te preocupes ni por la puntuación ni ortografía, sólo escribe lo que vaya llegando.
- Sugerencias de Escritura (Prompts). Hay cualquier cantidad de ideas por ahí como: Sal a caminar y escribe una historia sobre la primera persona que veas. Si no, pídeselas a ChatGPT, intenta varias hasta que alguna te lleve a un lugar interesante.
- ¿Y, si…? El hubiera sí existe, piensa en casos hipotéticos de cualquier situación. ¿Y, si te despiertas un día y nadie se acuerda de ti? ¿Y, si todas las mascotas del mundo fueran nahuales encubiertos?
2. El Logline
Si ya tienes tu idea, lo que sigue es afinarla. Este paso puede no ser esencial para escribir el guion, pero eventualmente lo vas a necesitar para venderle la idea a productores, directores e incluso al talento que quieres que trabaje contigo.
El Logline es tu idea expresada en los términos más sencillos y que responde las preguntas más importantes:
- Protagonista(s). ¿A quién le pasa la historia?
- Detonante. ¿Por qué arranca la historia?
- Objetivos de tu Protagonista. ¿Qué es lo que quiere lograr?
- Conflicto. ¿Qué se lo impide y qué está en riesgo si no lo logra?
Por ejemplo:
Después de que la joven Riley es sacada de su vida y rutina, sus emociones – Alegría, Miedo, Furia, Desagrado y Tristeza – entran en conflicto sobre la mejor manera de navegar por una nueva ciudad, casa y escuela.
3. La Escaleta
Establece la estructura básica de la historia. La escaleta es la serie de eventos que suceden en tu historia. Ya sea que quieras usar una estructura tradicional de tres actos, o cinco, o seguir los beats de Save The Cat, aquí tienes que dejar clara la secuencia de eventos en tu historia. Piénsalo como una lista en la que cada elemento es un enunciado corto y claro y sin demasiados detalles.
- 1. La Mamá de Caperucita le da una canasta para que se la lleve a su Abuelita.
- 2. La Mamá de Caperucita le advierte que no hable con extraños ni se desvíe de su camino.
- 3. Caperucita sale hacia casa de la abuelita.
- 4. Caperucita se encuentra al Lobo en el bosque quien la engaña y la envía por el camino largo.
- 5. El Lobo toma un atajo y se come a la Abuelita.
- 6. Caperucita llega a casa de la Abuelita y encuentra al Lobo disfrazado y lo interroga.
- 7. Al revelar su identidad el Lobo trata de comérsela.
- 8. Un Cazador que va pasando mata al lobo y rescata a Caperucita y a la Abuelita.
Con esa información, cualquiera podría contar su propia versión añadiéndole los detalles que quiera. Si hay algún problema estructural o de coherencia, aquí te vas a dar cuenta.
Trey Parker y Matt Stone, creadores de South Park, lo explican perfecto. Entre cada uno de estos eventos tienes que poder poner las palabras «pero» o «por lo tanto» para que haya una narrativa fluida, si dices «y luego» como cuando tu sobrinito te cuenta su historia del dinosaurio que era enemigo del brócoli, hay un problema.

4. El Tratamiento
Para darle color a esa escaleta, falta añadirle los detalles, contar la historia como si fuera un cuento. El tratamiento se escribe todo en tiempo presente, y con el tono y el estilo que tendrá tu guion, si es chistoso, que suene chistoso, si es de terror, que se sienta la atmósfera. En este paso vas a ver si las motivaciones de tus personajes y sus relaciones son claras. También vas a darte cuenta qué partes de tu historia están más cargadas. Es muy común que tengamos muy claro el principio y el final de nuestra historia pero que la acción y la tensión se caigan por completo en tu segundo acto. Se tiene que ver más o menos así:
En la bulliciosa Ciudad de México, Caperucita Roja es una niña alegre y curiosa que vive con su mamá en un apartamento de una colonia popular. Un día, su mamá le pide que lleve una canasta con comida y medicinas a su abuela, quien vive en un barrio al otro lado de la ciudad. Con la advertencia de no hablar con extraños y no desviarse del camino, Caperucita toma el metro, emocionada por la aventura.
En la estación, Caperucita se encuentra con un hombre astuto, el «Lobo», que, aparentando ser amable, se entera de su destino. El Lobo, con una sonrisa engañosa, la convence de tomar una ruta más larga y pintoresca en lugar del trayecto directo. Mientras tanto, él se dirige rápidamente a la casa de la abuela en un taxi.
5. El Guion
Finalmente puedes escribir tu guion. Describe en tiempo presente todo lo que es importante que perciba el espectador de tu película, lo que se ve y lo que se escucha, nada más y nada menos. No hay que estarle poniendo movimientos de cámara ni describir cosas demasiado abstractas que no se traducen bien a la pantalla. El lugar no huele a encerrado, tu personaje hace una mueca de asco y se tapa la nariz al entrar, o, si es necesario, que alguien lo diga.
Más que otra cosa, hay que aprender a escribir en formato de guion, es la única manera en la que alguien en la industria te tome en serio. Es bien fácil, además hay cualquier cantidad de programas para escribir guion y te ayudan con el formato como Final Draft, WriterDuet, CeltX, Fade In… etc. No lo hagas en Word, por favor, no tiene nada de malo, pero vas a trabajar doble cuando le tengas dar formato.
Necesitas dominar los siguientes elementos:
- Encabezado de Escena: ¿Dónde y a qué hora sucede la acción.
- Acciones y Descripciones. ¿Quiénes están en la escena y qué detalles necesitamos ver del lugar?
- Nombres de Personajes. Para que sepamos quién habla.
- Paréntesis. En una o dos palabras, el tono o algo que afecte directamente a ese diálogo.
- Diálogo. Lo que tu personaje tenga que decir. No abuses; corto, conciso y directo. Nadie saluda ni se despide en las películas, ¿te has fijado?
Todo lo demás son adornos, que en otro momento platicamos.

Las convenciones están ahí por claridad y para acelerar el proceso. Si las sigues, una página de guion debe de traducirse EN PROMEDIO a un minuto en pantalla. Cuida tus diálogos y no olvides que estás creando un universo, dale vida con los detalles.
6. Reescribir y reescribir y reescribir
Ya tienes 187 páginas de guion para tu largometraje épico de fanfic de Bridgerton. Todo listo para ir a buscar financiamiento para la película. ¡Claro que no! ¿Cómo crees? Falta lo más importante. Tienes que leerlo otra vez, encontrar los problemas, aceptar que no todo lo que haces es perfecto y destruir a tu bebé, transformarlo, mejorarlo –no, perfeccionarlo.
Muchos guionistas llaman Vomit Draft (Borrador Vomitado) a la primera versión del guion. Los guiones profesionales normalmente pasan por decenas de borradores. La recomendación de Puffmais al respecto es que le des al menos las siguientes revisiones:
- Estructural. Revisa si se cuenta bien la historia, que tenga coherencia. Básicamente, que se entienda.
- Personajes. El arco dramático de tu personaje hace que la gente se relacione con sus problemas y se lo tomen personalmente. Tus personajes deben aprender y cambiar en el camino, tomar decisiones y afectar su propia historia.
- Temas. ¿De qué habla tu historia? ¿Tu guion sobre amistad realmente habla de eso, o sólo hay una amistad entre dos personajes que viven una historia de venganza?
- Diálogos. Cada quién habla diferente, busca que tus personajes tengan voz propia y no todos hablen como tú. Dale una pulida a ese monólogo conmovedor que motiva al equipo a ganar el Mundial de Matatenas.
- Detalles y Magia. Ya para acabar. Dale un par de vueltas y ponle esas pinceladas de color que son totalmente tuyas, detalles sólo tú notarías o pensarías en añadir. Aquí es donde se va a notar tu voz como guionista, porque eso es lo que eres.
Es todo, fin. En realidad escribir un guion no es tan difícil. Lo difícil es hacerlo bien y hacerlo tuyo, entender que el guion no es la historia, sino cómo la cuentas. Si todavía tienes dudas o necesitas ayuda para escribir tu guión, no dudes en contactarnos aquí, que para eso estamos.